Una mujer fuerte toma las riendas de su vida, cambia de trabajo, vive sola, se muda de ciudad, emprende un negocio, no tiene miedo de enamorarse ni de que desenamorarse. Una mujer fuerte asume el riesgo, entiende sus miedos y no teme volver a empezar de cero las veces que sea necesario para llegar a dónde quiere.